Lxs estudiantes internacionales que residen en la Ciudad de Juárez tienen miedo de venir al campus de UTEP por miedo a ser interrogados y detenidos en los puertos de entrada debido a las restricciones de viaje en la frontera para evitar la propagación del Coronavirus.
Lxs estudiantes Mexicanos que residen en la Ciudad de Juárez que se encuentran matriculados en La Universidad de Texas en El Paso (UTEP) para este otoño 2020 se ven envueltos en un constante miedo de ser interrogados en los puertos de entrada entre México y Estados Unidos y continuar con su educación.
Daniela Salas Molina, reside en Juárez, de 25 años, estudiante de maestría en sociología en UTEP fue detenida e interrogada por más de 50 minutos por oficiales de La Agencia de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (en inglés, The U.S. Customs and Border Protection or CBP) el pasado ocho de septiembre.
“Yo solo iba a la librería a recoger unos libros que me habían llegado para mi tesis y además iba a verme con mi profesora de tesis para recoger otros libros que ella me iba a dar y aclarar unas dudas de mi propuesta de tesis. No pensé que esto me fuera a causar tantos problemas,” dice Salas Molina.
El encuentro que Salas Molina vivió esa tarde es producto de las restricciones implementadas por parte de las autoridades fronterizas para evitar el contagio de COVID-19. Esta medida se tomó desde el 21 de Marzo, negándole la entrada al país a todos aquellos que no califiquen como viajeros esenciales.
Dentro de la categoría de viajeros esenciales, se encuentran lxs estudiantes, pero no constante, estos cambios han afectado a lxs estudiantes que residen en Juárez y toman clases en El Paso. Al ser detenidxs, interrogadxs y presentar una variedad de documentos extras para justificar su visita a la universidad.
Después de que Salas Molina fue detenida, le hicieron esperar más de 20 minutos hasta que un oficial de CBP se acercó a ella y le dijo que no era verdad que iba a la universidad, que estaba mintiendo y le iban a quitar su visa.
“Yo no entendía por qué, le dije que le podía mostrar los correos con mi profesora o que le llamaran. Yo no estaba haciendo nada malo, solo necesitaba ir a la universidad,” Salas Molina dice.
Un oficial de CBP le llamo a Guillermina Núñez-Mchiri directora del departamento de mujeres y estudios de género en UTEP, para corroborar que la estudiante Salas Molina iba al campus a reunirse con ella, que es su maestra de tesis.
“Me entro una llamada a la oficina, ‘¿Quién eres?’, ‘¿Quién habla?’ y yo como que no entendía que pasaba, ellos me estaban llamando a mí, al teléfono de mi oficina en UTEP, con un tono muy prepotente,” Núñez-Mchiri dice.
Cuando los oficiales terminaron de hablar con la profesora Núñez-Mchiri y les confirmo que Salas Molina era su estudiante y venía a reunirse con ella, pasaron otros 30 minutos hasta que le informaron a Salas Molina que podía irse.
“Yo me sentía muy desesperada, impotente, no sabía qué hacer, tenía miedo, ya me quería regresar a mi país, no sabía porque me estaban tratando así y todavía me amenazaba con quitarme mi visa,” Salas Molina expreso.
La profesora Núñez-Mchiri encuentra este tipo de situaciones inaceptables y se siente impotente al ver que los derechos de sus estudiantes que siguen todas las reglas son pisoteados por oficiales de CBP.
“Solo quieren venir a estudiar, tener un mejor futuro y para eso estamos aquí en UTEP para ayudarlos, con acuerdos binacionales, pero cuando estos no se respetan nuestros estudiantes son los que pagan el precio,” Núñez-Mchiri dice. “Esto no es algo nuevo, en muchas ocasiones anteriores he tenido estudiantes que llegan pálidos a la escuela por que han sido detenidos y ya cargan con ellos ese miedo al momento de cruzar la frontera.”
Ese miedo del que Núñez-Mchiri habla, es algo que ahora Salas Molina experimenta cada vez que tiene que venir a la universidad. Así es también el caso del estudiante de música comercial, Juarense, Nicolás Aguilar, de 26 años.
“Hasta ahorita no eh tenido ninguna problema, pero siempre me siento muy nervioso, sé que si digo algo que no les parezca a los oficiales me puede poner en riesgo de perder mi visa, me tengo que asegurar de que todos mis documentos estén en regla, mi visa, mi I-20, ahora cargo conmigo mi horario y las dos cartas membretadas que nos dio OIP (en inglés, Office of International Programs or OIP en UTEP) ,” Aguilar dice.
Así como Aguilar y Salas Molina que ahora sienten miedo de cruzar la frontera para atender clases, está el caso de la estudiante de ciencias políticas Aranxa Rangel Salcido de 18 años que a pesar de ser ciudadana Americana que reside en Juárez, prefiere no venir al campus por miedo de ser interrogada y que esto le afecte en sus estudios.
“Es mi primer semestre en UTEP, lo malo es que no podemos casi ir al campus y la verdad por miedo de que me detengan o me pregunten muchas cosas prefiero no cruzar,” Rangel Salcido dice. “Tengo muchos problemas con mi internet aquí en Juárez y me gustaría ir a la librería pero no me atrevo a ponerme en esa situación incómoda.”
OIP ha estado monitoreando la situación en los puertos de entrada y enviando correo electrónicos a lxs estudiantes constantemente para informarles de los cambios y el protocolo a seguir cuando estos llegan a ser detenidos. Así mismo, se les envió a lxs estudiantes dos cartas membretadas por la universidad, donde se aclara que son estudiantes de UTEP y necesitan asistir al campus.
En este semestre de otoño 2020 se encuentran matriculados 1,220 estudiantes de nacionalidad Mexicana según las cifras de matrícula más recientes publicadas por UTEP. Algunxs de ellxs viven en Juarez y estxs estudiantes son alentados a asistir al campus si necesitan hacer uso de las instalaciones.
La estudiante de música comercial, Juarense, Alejandra Núñez de 29 años vivió una experiencia similar a la de Salas Molina al momento de renovar su visa.
“Mi visa se había vencido y tuve que ir a renovarla, cuando fui a que me sellaran el permiso, el oficial me dijo que si no tenía ninguna clase presencial no me lo iban a sellar,” Núñez dice.
Después de que Núñez les mostro su horario y corroboraron que iba a tener una clase presencial, se le sello el permiso. La estudiante Núñez tenía miedo de cruzar la frontera ahora que comenzaron las clases debido a un percance que tuvo con un oficial de CBP en marzo al principio de la pandemia.
“Yo necesitaba ir al campus a recoger una computadora y al momento de cruzar el oficial comenzó a decirme que mi I-20 no estaba en regla, que mi firma se había expirado y me iba a quitar mi visa por querer cruzar con documentos inválidos,” Núñez dice.
Esta situación le causo a Núñez un trauma de impotencia y miedo similar al que experimento Salas Molina.
“El oficial estaba molesto porque yo le estaba explicando que él estaba en lo incorrecto y me comenzó a decir cosas como ‘¿Si entiendes inglés?’ ‘¿Si sabes lo que te estoy diciendo?’ tratándome como si fuera una ignorante,” Núñez dice.
La firma en los documentos de Núñez estaba al día y después de ser detenida por más de 20 minutos, otro oficial de CBP le entrego los documentos a Núñez y le dijo que todo estaba en orden, que había sido un error del otro oficial.
“La semana pasada cruce por primera vez después de casi seis meses y tenía mucho miedo, por lo que me paso la última vez, pero menos mal que me toco un oficial muy buena gente, eso sí traía una copia de todo, las cartas que nos dio UTEP, mi horario, todo,” Núñez dice.
Catie McCorry-Andalis, vice-presidenta asociada y decano de estudiantes de UTEP explica que lxs estudiantes que viven en Juárez y cruzan todos los días, así como trabajadores y profesores de UTEP son una parte esencial de la comunidad de la universidad.
“Desde la situación de covid nos hemos asegurado de estar en constante comunicación con todos lxs estudiantes que tienen algún tipo de visa en particular,” McCorry-Andalis dice. “Les pedimos a lxs estudiantes que estén pendientes de sus correos electrónicos, es la única forma de comunicarnos con ellxs, sobre todo cuando se trata de migración.”
De la misma forma McCorry-Andalis hace énfasis en que si lxs estudiantes se encuentran en un situación como la de Salas Molina, contacten inmediatamente a la oficina OIP.
Debido a que la universidad cuenta con un equipo especial de personas que están monitoreando este tipo de situaciones.
Sin embargo, Salas Molina no tuvo la oportunidad de contactar a la oficina OIP en ese momento, ya que el oficial de CBP se llevó su teléfono.
“Como yo les dije que iba con la Dr. Núñez, me pidieron su teléfono, les mostré su número desde de mi teléfono y se lo llevaron (el telefono movil),” Salas Molina dice.
Salas Molina estaba en un momento de nervios y miedo que lo último que le paso por la mente fue el contactar a la oficina de estudiantes internacionales.
“Sin faltarle al respeto a la profesora de tesis, no tenían que llamarle a ella, ella no tienen ningún rol en el proceso de migración, inmediatamente tienen que avisarnos a la oficina de asuntos internacionales para poder ayudarlos,” McCorry-Andalis dice.
Roger Maier, especialista en asuntos públicos de CBP, comento vía email, “si un viajero y/o estudiante cree que está siendo tratado de manera poco profesional durante el proceso de inspección, debe solicitar hablar con un supervisor inmediatamente después de su procesamiento. Por lo general, cualquier pregunta, problema o malentendido se puede resolver rápidamente en ese mismo momento.”
Maier proporciono este sitio web donde estudiantes y/o viajerxs pueden poner una queja, especificando el puente porque el que se cruzó, el día, la hora, el nombre del viajerx y fecha de nacimiento y el nombre del oficial de CBP.
Salas Molina, Núñez, Aguilar y Rangel Salcido reconocen que UTEP y OIP han estado en comunicación con los estudiantes en todos los cambios migratorios pero de la misma forma creen que no hay suficiente comunicación entre la universidad, los acuerdos binacionales y las autoridades encargadas en los puertos de entradas.
En el mismo correo electrónico, Maier informa que en fronteras mayores, como lo es El Paso, se cuenta con un equipo llamado, “Gerente de Servicio de Profesionalismo (En inglés,“Professionalism Service Manager”). Este programa se enfoca en el servicio a los viajeros y de promover los estándares profesionales. De la misma manera, son responsables de revisar, llevar control y responder a las quejas y cualquier otra retroalimentación.
McCorry-Andalis asegura que UTEP está en contacto constante con los oficiales de CBP pero también sabe que siempre hay cambios en los agentes y no todo el tiempo están informados de los protocolos con los estudiantes. De la misma manera informa que cada caso migratorio de estudiantes es único.
“Es un momento difícil por todo lo que está pasando, pero nosotros también estamos pasando un momento difícil con las clases en líneas, sobre todo problemas con el internet y si en UTEP tenemos acceso al internet sin problema, ¿Por qué se nos niega la entrada (al país) o nos detienen por tanto tiempo?, Además ya pagamos por todos esos servicios que los demás estudiantes si pueden acceder,” Salas Molina.
Las restricciones en la frontera continuara hasta el 21 de octubre.
Para más información acerca de las restricciones de viaje, pueden visitar la página oficial de Federal Register.
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Nota: La entrevista con Catie McCorry-Andalis, vice-presidenta asociada y decano de estudiantes de UTEP fue traducida de ingles a español por Maria Ramos.
El correo electrónico de Roger Maier, especialista en asuntos públicos de La Agencia de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos fue traducido de ingles a español por Maria Ramos.
Por Maria Ramos Pacheco
Cristobal Perez • Sep 28, 2020 at 8:44 pm
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