Un sonido bajo pero perpetuo llena el cuarto, parejo a la decadencia de unas cigarras nuevamente despertadas. El olor a green soap, jabón líquido típicamente usado en los estudios de tatuajes, flota en el aire. La sala zumbaba con el sonido de pistolas de tatuaje que perforaban la
piel y se mezclaba con la concentración silenciosa, tanto del artista como de sus lienzos humanos.
La música tocando en el fondo, varía entre Hank Williams a Johnny Cash a Run DMC y otrxs artistas. Para lxs clientes de Danny Pink, artista de tatuajes en Ink Society, establecimiento de tatuajes en El Paso, esto es común al entrar a cualquier otra tienda o salón de tatuajes. Pero las agujas llenas de tinta y sus murmullos pueden llegar a ser intimidantes para aquellxs que sean nuevxs o curiosxs de la vida de la tinta permanente en el cuerpo.
Según la página web History of Tattoo, un sitio dedicado a proporcionar datos sobre la historia de los tatuajes, el 21% de personas en los Estados Unidos tenían por lo menos un tatuaje en el 2012. En 2019, esto incrementó al 30%, casi un tercio de lxs adultxs en el país, según una encuesta de Ipsos, una compañía de encuestas e investigación de mercado.
El 83% de gente tatuada no se arrepienten de haberlo hecho. Sin embargo, la razón principal del arrepentimiento sigue siendo los tatuajes de los nombres de exparejas románticas. Esta estadística sólo cubre a los Estados Unidos, que queda en tercer lugar de países con más adultxs tatuadxs detrás de Italia y Suecia, según el sitio web del World Atlas, una
publicación en línea sobre geografía, sociología, economía, entre otros.
Con la aceptación de tatuajes y el incremento de gente tatuada, mucha curiosidad ha surgido sobre este mundo de tinta, ya que puede ser un mundo expansivo para navegar. Para algo permanente, es difícil decidir a dónde ir, identificar qué es lo normal, qué no lo es, saber qué esperar y más importante, si es seguro.
Ahora los tatuajes significan más que cualquier connotación negativa del pasado, y esto es evidente en la presentación única de los tatuajes hoy en día. Es especialmente cierto para personas como el director del Centro de Escritura de la Universidad de Texas en El Paso, Lou Herman. Aun teniendo doctorado y siendo jefe de varixs estudiantes de posgrado, insiste en que le llamen simplemente “Lou”.
Que le llamen por su primer nombre, le va a los tatuajes de Lou y a su política en el Centro de Escritura (UWC, por sus siglas en inglés) donde su meta es crear un ambiente de igualdad y comodidad para sus estudiantes empleadxs y cualquier otrx estudiante que llegue al centro para sus servicios.
“Me gusta pensar que mi apariencia me distingue de cómo perciben a lxs
miembrxs de la facultad ‘típicxs’ y espero también que me ayude a crear conexiones con lxs estudiantes— aunque me doy cuenta de que eso suena cliché también”, Lou dice.
Lou tampoco es el administrador típico. Tal vez podría ser el único al que un estudiante podría encontrar con shorts, un gorrito, gauges, y lleno de tatuajes desde brazos hasta pantorrillas.
“Quiero que sepan que el individualismo es respetado y que hay varias maneras para mostrarlo. Creo que eso empieza a deconstruir obstáculos en la comunicación. Si me vistiera con traje y corbata y me sentara para trabajar con unx estudiante, siento que eso lx haría más incómodx que los tatuajes”.
Cambio en Cultura: La Popularidad de los Tatuajes
Mariah Alvarez, 23, es una estudiante de pre-medicina en UTEP con doble licenciatura en sociología y psicología. Ella tiene siete tatuajes y le siguen encantando.
“Me hice mi primero a los 18 años, después de mi último día de la prepa, fui con mi mamá y nos hicimos los mismos tatuajes del símbolo del infinito con 143, que representa ‘te quiero’, y mis otros tatuajes los hice un año o dos después”, Alvarez dice. “Siempre pensé que los tatuajes eran bellos. Toda mi familia tiene uno y yo los veo como maneras de expresarnos por el arte”.
Mariah también dice que sus tatuajes están estratégicamente localizados en partes del cuerpo en donde se pueden ocultar fácilmente con ropa o accesorios. Ella piensa que lxs empleadorxs prefieren tener empleadxs sin tatuajes.
Danny Pink, un artista en Ink Society, es llamado así por su estilo de cabello: mohawk y sus zapatos Converse Chuck Taylor. Él ha estado tatuando por 11 años, y se hizo su primer tatuaje a los 13 años.
Pink ha visto el crecimiento en popularidad por la cultura de tatuaje ya que “ahora todos tienen tatuajes”.
“Está creciendo (el gusto y la industria del tatuaje). Ya no es visto como algo negativo. Ahora, tenemos muchxs más clientes entre 18 y 60 años que se quieren tatuar. Ha evolucionado. Es considerado como algo cool que hacer”, Pink dice.
Similar a Pink, Sarah Sabbath, otra artista en Ink Society, también se hizo su primer tatuaje a los 14 años, y empezó a tatuar a los 21 años. Sarah está completamente dentro del mundo de los tatuajes, estando casi completamente cubierta en tatuajes, desde los pies hasta la cabeza.
“Ya ni sé cuántos (tatuajes) tengo. Probablemente el 90% de mi cuerpo está cubierto”, Sarah dice. “¡Claro, estoy tan tatuada que la gente me ve como una sirena o como un animal depravado! Pero honestamente no lxs culpo, no todxs lo entenderán. Y también he notado que la gente (últimamente) son más tolerantes, que es bueno”.
Lou añadió que se han ido aceptando a personas con tatuajes en la academia y en la búsqueda de trabajo profesional.
“Es interesante—para mi posgrado y para conseguir trabajo en ese tiempo, los tatuajes no fueron gran cosa”, Lou dice. “No recuerdo a otrxs de mi generación, o alguien de mi trabajo actual que tenga tatuajes y se los cubra. Actualmente creo que los tatuajes son un elemento más frecuente estos días para la facultad. Una amiga mía quien también es directora de un UWC puede que tenga hasta más tatuajes que yo”.
Lou incluso recuerda vagamente a un colega con un tatuaje grande que cubría su cuerpo, quien le aconsejó cubrir sus tatuajes o no llegaría “a ningún lado dentro de academia”.
Fue poco irónico”, Lou dice. “Pero no me los cubro cuando voy a juntas con otrxs administradorxs, jefxs de departamentos, decanxs, provosts, etc. Todos me conocen a mí y a mis tatuajes y no siento que me traten diferente por ellos”.
Estados Unidos tiene casi 20,000 estudios de tatuaje, creciendo por uno cada día según World Atlas. Esto es una gran diferencia comparado a cuando Pink empezó a hacerse sus tatuajes.
“Me he estado tatuando desde los 13 años. No fue hasta que tuve como 19 o 20, que estaba tatuando en la casa. Estaba trabajando en un restaurante y perdí mi trabajo y nadie quería darme trabajo por mis tatuajes en las manos. Entonces eso fue cuando fui a BMC Ink (estudio de tatuajes) y conseguí aprender de ellxs durante algún tiempo”.
¿Realmente duelen los tatuajes?
Con nuevas tintas y otros productos nuevos, la experiencia de hacerse un
tatuaje también depende del artista. Para diferentes tipos de tatuajes existen diferentes agujas, algunas con líneas más precisas, otras para sombrear, etc. Pero lxs artistas también varían entre qué tan rápido trabajan y cuánta presión aplican con las agujas.
“Cuando yo empecé a hacerme tatuajes, muchos artistas tenían manos pesadas. Me acuerdo que muchos de mis tatuajes me dolieron mucho. Especialmente en ciertas áreas como las manos, los codos, y la garganta. Todos son lugares muy sensibles”, Danny dice. “Ahora, ha cambiado bastante. Muchos de los artistas, tenemos máquinas nuevas, técnicas y estilos diferentes. El proceso de tatuarte es mucho mejor que antes. Mucho más fácil”.
Por supuesto, donde te haces el tatuaje y cuanto detalle sea también va a afectar cuánto te duela. Por ejemplo, si quieres una pieza como un retrato de alguien con mucho detalle: tomará bastante sombra. Todo dependerá del lugar del cuerpo porque hay zonas más sensibles que
otras.
Mariah describió su experiencia de hacerse sus tatuajes como espontánea.
“Los tatuajes si duelen hasta cierto punto, pero no tanto”, Mariah dice. “Honestamente yo me los hice porque estaba sufriendo emocionalmente y para procesar eso quería un dolor físico para superarlo. El que me dolió más es el que me hice atrás del muslo, también es el más grande que tengo”.
Herman explica que tu primer tatuaje puede resultar en querer más, como lo que pasó con Mariah.
“A la gente, o les encanta (el proceso de tatuarse) o lo odian”, Herman dice. “Yo conozco a gente que se ha hecho uno y jamás lo hacen por el dolor, y también sé de gente que se hicieron su primer tatuaje y estaban planeando otros 16 antes de terminar la sesión”.
El Proceso: Do’s & Don’t’s de Tatuajes
La primera cosa que uno debe de saber cuando decide tatuarse es el proceso. Business Insider, fuente para noticias sobre negocios, explicó que los tatuajes son permanentes simplemente por el sistema inmunológico. La aguja, al inyectar tinta, pasa por la primera capa de la piel, la epidermis. Luego, sigue con la segunda capa, la dermis, e inyecta entre 50 y 30,000 veces por minuto, creando una herida que el cuerpo tratará de sanar.
Para sanar la herida, el cuerpo manda unas células que se encuentran en el tejido de la piel llamadas macrófagos, pero por los pigmentos pesados en la tinta, los macrófagos se atoran con la tinta, haciendo que el tatuaje sea permanente. Según Business Insider, esa herida que sana se convierte finalmente en tu tatuaje.
Esta es exactamente la razón principal por la cual las condiciones sanitarias en las tintas y agujas de un artista de tatuajes importan tanto.
“Primero y más importante, haz tus investigaciones. Haz investigaciones sobre dónde estés yendo, sobre tu artista. No bebas el día anterior”, Lou dice.
Para Lou, el proceso de hacerse un tatuaje se trata más de planear y menos del tiempo en estar sentadx en la silla mientras te tatúan, ya que esto es lo más fácil y rápido.
“En estos días (tatuarse) involucra mucha planeación. Necesito programar una cita para el tatuaje y el tiempo de saneamiento. He tenido suficientes tatuajes para entender el proceso de saneamiento y qué tan importante es. Entonces me quiero asegurar que tengo la preparación y el tiempo para recuperar propiamente”, Lou dice. “También hablo bastante con mi artista. Lo reviso varias veces para asegurarme que estoy
realmente enamorado con la pieza que está dibujando mi artista para mí. Y luego, me rasuro”.
En estos días con las redes sociales, es más fácil que nunca encontrar tiendas, estudios y artistas de tatuajes. Entonces, investigar es importante para encontrar la experiencia más segura y cómoda, porque tal vez ningún artista ni salón será perfectx para todxs. Hay artistas diferentes con estilos diferentes.
Herman ofrece consejos sobre qué esperar cuando estés buscando a tu artista ideal.
“Encuentra unx artista que tatúa en el estilo que estés buscando. No esperes que unx artista pueda hacer exactamente lo que quieras. Encuentra alguien que sea honestx y toma el feedback de tu artista en cuenta, ellxs saben lo que funcionará y lo que no”, Herman dice. “También sabrán qué se verá bien en 20 años y qué no.
No llegues con el estómago vacío porque mucha gente si se marea y se desmaya”.
El proceso para que unx artista de tatuajes saque sus licencias y permisos, junto con el proceso de renovación es también menos complicado a lo que era antes, según Danny.
“En aquellos tiempos, lxs inspectores de salud venían a las tiendas y te
revisaban todo el material, incluyendo cómo lo montabas y guardabas todo. Te preguntaban cosas y si pasabas, entonces eso era cuando te daban tu licencia”, Danny dice.
Sarah también ofrece algunos consejos a la hora de tatuarse.
“Siempre como antes de mis citas de tatuaje y también me aseguro de tomar bastante agua. Prepárate para estar sentadx un rato”, Sarah dice. “Todo está en tu mente. Hacerme los ojos honestamente no fue tan doloroso, solo es más un juego mental. No lo recomiendo, puede hacer que tus ojos se hagan más sensibles a la luz y nunca sabes cómo reaccionarás. Yo siempre me los quise hacer así que no me importó lo que dijeran lxs demás pero ahora tengo ojo seco crónico y es muy fastidioso. Entonces, como en todo, sólo ten cuidado”.
Aftermath: Cuidando Tu Tatuaje
Un tatuaje es como una herida o una cortada. Debes de preguntarle a tu artista instrucciones específicas, pero las reglas generalmente son no remojar el área tatuada (no andar en albercas o bañarse en tina), es normal que esté adolorido y con comezón, pero sin rascarse, evitar la luz del sol directa, y mantenerlo limpio.
Mariah explica lo que hizo cuando se estaban sanando sus tatuajes.
“Mi sanación siempre fue fácil”, Mariah dice. “Usé (la pomada) Aquaphor para hidratar los tatuajes. Me aseguré de cuidarlos muy bien, palmeando mis tatuajes cuando me daban comezón. Lo peor es cuando se despellejan que te dan comezón. Usualmente me pegaba con la palma de mi mano (en el área tatuada) en vez de rascarlos”.
Otro producto nuevo que se está usando más frecuentemente es el apósito transparente, como Saniderm o Second Skin. Esto es una envoltura que se usa para heridas graves, haciendo que sane en dos días lo que usualmente tomaría unas semanas para sanar con pomadas como Aquaphor.
Lou usa un producto así.
“Empecé a usar una envoltura médica para mis tatuajes”, Lou dice. “Es mucho más fácil que los días de envoltura de Sarán y cinta adhesiva para mantenerlos cubiertos. Siento que una de las cosas más cool ahora es lo lejos que ha llegado la tecnología para cuidar y mantener tatuajes desde que me hice el primero”.
Danny también recomienda no asustarse al notar sangrado en el área tatuada. “Mucha gente se asusta cuando ven que están sangrando, pero es normal. Que se hinche, el proceso de saneamiento, la comezón”, Danny dice.
Sarah les dice a sus clientes que usen Aquaphor, que no se rasquen en sus tatuajes, y que disfruten del proceso.
“Cuando empiece a despellejarse usen crema de Aveeno. No le pongan demás de pomadas y eviten el sol y ¡por favor no lo estén picando! Solo estén segurxs de lo que quieren, estense calmadxs, y disfrútenlo”.
Por Antonio Villaseñor-Baca
In Brief
The low perpetual hum of the tattoo gun mingled with the silent concentration of both the artists and their human canvases. The smell of green soap hangs in the air.
The music in the background varies from Hank Williams to Johnny Cash and Run DMC, among others. For clients of Danny Pink, an artist at Ink Society, a tattoo shop in El Paso, this scene is a common experience when entering a tattoo parlor or salon. But the buzz of needles and shop murmurs can be intimidating to those who are new or curious about putting permanent ink on their body.
At least 21% of Americans had one tattoo in 2012, according to History of Tattoo, a website focused on providing data about the history of tattoos. In 2019, the amount of tattooed persons increased to 30%, following a poll from Ipsos, a nonprofit organization about surveys and market research.
With the increased acceptance of tattoos and the rise of tattooed people, a lot of curiosity has arisen about the world of ink, since it can be an expansive world to navigate. According to Pink, the culture of tattoos has grown.
“It’s no longer seen as a negative thing anymore. Now, we have so much more clients between the ages of 18 and 60 that want tattoos. It has evolved. Now it’s considered a cool thing,” Pink says.
Tattoos mean something more than anything attached to the negative stigmas created in the past. An example of acceptance would be from the director of the University Writing Center (UWC) at the University of Texas at El Paso, Lou Herman.
“I hope my tattoos make me a more real person when compared to the people whom I have to work with every day, and not the image that a student might have about a typical administrator,” Lou says. “I want them to know that individualism is respected and that there are several ways to show it. I think that starts to deconstruct obstacles in communication. If I wore a suit and tie and I would sit to work with a student, I feel like that would make it more uncomfortable than my tattoos.”
For Lou, his goal is to create an equal and comfortable environment at the UWC for his student employees and other students who come to the center.
First things first, learn about the tattoo process and how they affect the immune system. Lou recommends to not drink alcohol the day before you get a tattoo and emphasizes that you do your research on the tattoo that you want, the place where you are going to get it and the artist who
will be performing in your body.
Sarah Sabbath, another artist at Ink Society, is completely immersed in the tattoo world, being almost completely covered in tattoos, from her head to her feet.
“I don’t even know how much (tattoos) I have anymore. It’s probably the 90% of my body is covered in tattoos,” Sarah says. “Of course, I’m so tattooed people see me as a mermaid or a depraved animal! But I don’t blame them honestly, not everyone will get it. I’ve also noticed that people (lately) are more accepting, which is good”.
By Antonio Villaseñor-Baca