Por Luis Gonzalez Deseño Por Vanessa Guevara Fotographia Por Andres Martinez
Son más de 323 millones de personas las que viven en los Estados Unidos. Según la Oficina del Censo, el 17.4 por ciento, que viene siendo más de 55 millones, son hispanos. A pesar de que el ritmo con el cual la populación hispana crece ha disminuido en los últimos años, el número de latinos sigue creciendo.
Este crecimiento se va reflejando más y más en todos aspectos incluyendo la política. Cada vez hay más influencia latina cuando se trata de elegir puestos importantes. Las primarias presidenciales pusieron por primera vez a dos candidatos con raíces hispanas en posición de realmente aspirar a ocupar la Casa Blanca. Ted Cruz y Marco Rubio, aunque ya ambos candidatos se han dado de baja a la candidatura presidencial del Partido Republicano, formaron parte importante de la carrera que finalmente resulto en la nominación de Donald Trump.
A pesar de la creciente importancia del voto latino y la aparición de dos candidatos con raíces hispanas, las elecciones primarias fueron
caracterizadas por ataques o
ignorancia hacia la comunidad latina
“Son tiempos emocionantes para la política americana cuando puedes ver apellidos latinos encabezando una lista de candidatos para una posición tan prestigiosa”, dice Amy Hinojosa, la presidenta y CEO de MANA, una organización latina nacional en Washington, D.C. “Lo que sería más emocionante es que esos mismos candidatos tuvieran un interés establecido en las comunidades de las cuales ellos vienen”.
Con tal que siga creciendo el
número de hispanos en Estados Unidos, al grado que se proyecta la mayor minoría del país, también la influencia de esta comunidad seguirá incrementando.
La manera en la cual esta
influencia se manifieste durante estas elecciones presidenciales está por verse. La reacción que tendrá la comunidad hacia los ataques de Trump o la indiferencia del resto de los candidatos y el rol que tendrá en la reestructuración de los partidos políticos a futuro son todos aspectos importantes a contemplar mientras la nación más poderosa del mundo elige un nuevo líder.
Candidatos hispanos
no tan hispanos
Al principio, el tener dos candidatos a la presidencia de origen hispano parecería ser algo positivo. Sin embargo, ambos Cruz y Rubio batallaron en conectar con la
comunidad hispana durante el tiempo que buscaron la nominación del Partido Republicana.
“Un par de cuestiones surgen que son interesantes. Algunos piensan que son serias y a otros les parecerá absurdo. Una de ellas es si estos dos tipos son realmente Latinos”, dice Angelo Falcón, presidente del Instituto Nacional de Política Latina. “Hay dudas sobre si son
auténticos, si tienen raíces reales en la comunidad y si sus políticas reflejan el interés de la comunidad latina”.
Rafael Edward Cruz, mejor conocido como Ted, nació un 22 de diciembre en Calgary, Alberta, Canadá. Su padre, Rafael Cruz, nació y creció en Cuba de donde inmigro para estudiar en la
Universidad de Texas en Austin. Obtuvo asilo político al terminar su carrera y emigro a Canadá de donde se hizo ciudadano en 1973.
Rubio, nacido en Miami en el año 1971, es hijo de dos inmigrantes cubanos y su abuelo estuvo ilegalmente en el país hasta que le fue perdonada su orden de deportación en 1966.
Cruz, alguien que habla poco a nada de español, tiene un record casi inexistente cuando se trata de inmigración, pero ha dicho en varias ocasiones que el deportaría a todo inmigrante que está en el país ilegalmente.
Rubio, que tiene un español
perfecto, tiene más experiencia trabajando con cuestiones de
inmigración, pero sus ideas se han enfocado más en una reforma migratoria que buscaría fortalecer la frontera antes que nada.
El Pew Hispanic Research Center encontró que el 84 por ciento de
Latinos registrados para votar opinan que encontrar una forma de legalizar a los inmigrantes indocumentados ya presentes en este país es lo más importante al implementar una nueva reforma migratoria.
Rubio ha mostrado apoyo al estado de Arizona y su derecho de pasar la ley, conocida como SB 170, la cual crea la posible discriminación de hispanos, está en contra del DREAM Act, al igual que de proveer amnistía total. Todas estas son
posiciones anti-inmigrante.
El echo de tener raíces cubanas puede ser una de las explicaciones por las cuales estos dos candidatos no se identifican con la comunidad latina que en su mayoría es
mexicana.
“Rubio por lo menos viene de una comunidad Cubana”, Falcón dice. “Pero el otro tema que complica las cosas dentro de la comunidad latina es que la experiencia Cubana es única entre los latinos”.
Los cubanos son los úncos, aparte de los puertorriqueños quienes son ciudadanos automáticamente, que una vez que pisan suelo americano son aceptados inmediatamente. Esto difiere totalmente de la situación que vive cualquier otro hispano que cruza la frontera.
Sin embargo, el pensar que exista una rivalidad por estas
circunstancias diferentes entre hispanos en Estados Unidos es absurdo, como lo es para Clarissa Martínez, vicepresidente adjunta del Consejo Nacional de La Raza. Según Martínez, el pensar que el hispano no apoya a Cruz o Rubio simplemente porque son cubanos es minimizar al votante.
“La razón por la cual no existe un gran apoyo es por la discrepancia que existe en las posiciones tomadas por estos candidatos y las posiciones que toman la mayoría de los votantes latinos”, Martínez dice.
Negatividad en contra
La presencia que tuvieron Rubio y Cruz en el proceso electoral no fue lo único que ha marcado a los hispanos. La retórica que ha sido usada para referirse a los hispanos durante el proceso de las primarias ha sido poco halagador.
“Hablando en términos más generales sobre las elecciones, han sido unas elecciones muy problemáticas para los latinos por la retórica que se ha usado,” dice Jessica González, vicepresidente ejecutiva y consejera general de la coalición nacional de medios hispanos..
“Hemos recibido muchas llamadas de personas que están viviendo discriminación en el trabajo por el ambiente hostil, un ambiente tóxico, que está siendo creado”.
Encabezado por Donald Trump, las palabras relacionadas con los mexicanos durante la campana han incluido criminales, violadores y muros por mencionar solo algunos.
Como menciona González, ya hay consecuencias por este tipo de trato hacia los hispanos. Sin embargo, Falcón espera que la mayor consecuencia se manifieste a la hora de votar.
A pesar del negativismo que ha rodeado al latino gracias a las palabras de ciertos candidatos republicanos, Falcón cree que algo muy positivo puede ocurrir. “De vez en cuando algo ocurre que lleva a la gente a lograr algo extraordinario, que los lleva a sobreponerse a ese tipo de obstáculos que
normalmente los mantienen limitados. Eso podría causar el fenómeno de Trump”, Falcón dice. “Donald Trump puede haber sido la mejor campana de registro de votantes que hemos tenido”.
El futuro
Si el presente es emocionante para la comunidad hispana, el futuro es aún más prometedor.
Según la Oficina del Censo, en el año 2050, la populación hispana subirá a más de 100 millones y formara el 29 por ciento de la populación total. Esto significa que la influencia de la comunidad seguirá creciendo.
No solo crecerá el número de hispanos, si no el número de hispanos que podrá votar. El impacto del voto latino ya fue evidente en las pasadas elecciones y la influencia solo seguirá creciendo. “Aprendimos mucho en las elecciones del 2012”, platica González al recordar la cobertura de CNN sobre el voto latino. “Es la primera vez en mi vida que recuerdo que pase eso”.
En este momento un poco más del tercio de la comunidad hispana está conformada por personas menores de edad y casi un 60 por ciento está por debajo de los 33 años.
Hay personas como Falcón que piensan que la comunidad Hispana tiene que empezar a usar esta influencia desde ahorita. Estas elecciones están creando problemas dentro de ambos partidos políticos. La nominación de Trump esta enseñando la insatisfacción de la gente con la vieja guardia republicana y la campaña de Bernie Sanders ha hecho lo mismo por el lado demócrata.
“Una de las cosas interesantes este año es que realmente ha creado una situación en la que ambos partidos están teniendo una exploración interna para decidir donde están parados”, Falcón dice. “Ambos partidos están pasando por un momento existencialista y eso crea una apertura en donde los latinos pueden crear presión en ambos partidos”.
El mensaje es claro, la comunidad hispana esta y seguirá creciendo en números. Con este crecimiento vendrán oportunidades para mejorar y ser tomados en cuenta. Tras una campana electoral sin precedentes para los latinos el panorama parece ser nada más que positivo, sea cual sea el candidato o sea cual sea la plataforma.
“Tenemos que votar. Es interesante, los políticos toman decisiones muchas veces basadas en las encuestas y sabes quienes no son parte de estas encuestas? Los que no votan”, González dice. “Va más allá de poder elegir a alguien que te guste o impedir que alguien que no te guste sea elegido para una posición publica, se trata de contar. Así que aunque no te guste ningún candidato hay que votar”.
In Brief
As the Hispanic population increases in the United States, so does its voice. More than 55 million
Hispanics make up 17.4 percent of the U.S.’s total population, making them the largest minority.
For the first time in history there were two Hispanics vying to replace President Barack Obama. Prior to dropping out of the race, Ted Cruz and Marco Rubio were both the main rivals to the eventual Republican nominee Donald Trump. Despite having two Latinos in the spotlight, the question remains whether these two men could truly relate to their community.
“It’s an exciting time in American politics when you can see Latino surnames at the top of a seriously regarded ticket,” says Amy Hinojosa, president and CEO of MANA, a Latina national organization. “What would be more exciting would be if those same candidates had a vested interest in the community that they came from.”
Despite having clear Hispanic roots – Cruz having a Cuban father and Rubio having both a Cuban mother and father – Hispanics felt little connection with either
candidate. “There’s a question about whether they are authentic,” says Angelo Falcon, president of the
National Institute for Latino Policy.
Cruz, whose real name is Rafael, but speaks little to no Spanish, doesn’t really have a track record with the issue of immigration and has stated on many occasions that, if possible, he would deport every undocumented immigrant in the U.S.
Rubio, who speaks Spanish fluently, has a longer track record with immigration, but his agenda favors an immigration reform where the priority would be to reinforce the border. The Pew Hispanic Research Center found that 84 percent of registered Latino voters support an immigration reform where the main priority is finding a way to citizenship for all undocumented immigrants already here.
He has spoken out against the DREAM Act and total amnesty and is in favor of Arizona’s right to make a law like SB 170 – all of these are views completely opposite to those of the majority of the Latino community.“The other issue that complicates things within the Latino community is that the Cuban
experience is a unique experience among Latinos,” says Falcon.
Cubans receive asylum as soon as they reach American soil.
Mexicans – who make up the majority of the Hispanic community – on the contrary are persecuted.
The failure to connect and in many ways protect the Hispanic community from the attacks of people like Trump may have doomed both Rubio and Cruz. Still, and despite all the negativity surrounding the Latino community throughout the primary elections, Falcon believes there is an opportunity for it to be positive.
“Once in a while something will happen that will get people to do extraordinary things, to go beyond those kind of obstacles that are normally there that usually keep you down and that may be the Trump phenomena,” Falcon says. “Donald Trump may have been the best Latino voter registration campaign we’ve had.”