Por: Adelmar Ramirez
Sus amigos dicen que es un mexicano disfrazado. A sus 39 años, Daniel Centeno, ya es uno de nosotros: come todo con chile y habla a trote. Luego de haber creado en Venezuela y haber atravesado el Atlántico para recibir un doctorado en periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, vino a El Paso sin saber que este desierto le deparaba su oasis.
En el 2012, presentó su tesis para la maestría de escritura creativa en UTEP, “A petición del público”, una novela donde narra las experiencias de un bolerista Venezolano en decadencia. Igual, “Periodismo a ras del boom: otra pasión latinoamericana de narrar”, es obvio el interés que tiene por la manera en que la música, el periodismo y la literatura convergen, mismo que traduce en sus textos en sonatas, incluyendo temas que inevitablemente terminan en contraste.
En la infancia, su libro de cabecera fue “Don Quijote de la Mancha”. Detrás de un aparador, vio los varios tomos de pasta dura y le pidió a su papá que lo comprara. Esto le costó. Durante varias sesiones de tardes calurosas, mientras su papá se mecía en una hamaca, Daniel le leyo en voz alta. Así, sin darse cuenta, estaba dictando su primera clase de literatura.
Durante su carrera como profesor, ha impartido clases de periodismo, literatura y, actualmente, de español en el departamento de lingüística en UTEP.
Más afín de sus intereses literarios y editoriales, coordina la Revista de Literatura Mexicana Contemporánea y el congreso de mismo nombre, ambas referencias obligadas en el brazo mexicanista de la academia, donde se ha dedicado a bajar los costos totales del encuentro y al mismo tiempo ha conseguido las mejores críticas nacionales e internacionales. “Sólo basta darle un repaso a los medios y blogs de la red para comprobarlo”, dice Daniel. “Puedo asegurar que esto no es un rasgo del que puedan presumir otros congresos”.
Trayendo especialistas y visitantes de universidades sobresalientes en Estados Unidos y México, afirma: “Es una manera de poner a la ciudad en el mapa, en este caso, desde el punto de la alta calidad académica y cultural que El Paso puede ofrecer”.
Daniel menciona que UTEP lo ha ayudado a crecer; que se siente paisano al caminar los pasillos del departamento de lingüística, ya que los doctores María Socorro Tabuenca, Fernando García Núñez y Luis Arturo Ramos, lo han tratado como si estuviera en su propia casa. Sí, Daniel Centeno es la cara mexicana de Caracas.