Si hay algo que caracteriza a la urbe juarense, es la música. Al ser una frontera, Ciudad Juárez enlaza a músicos de todo tipo de géneros y culturas musicales; como son los boleros, la bachata, el rock, la cumbia, el jazz, las baladas y la música electrónica, así como la música regional del norte de México.
UNA HISTORIA MUSICAL
Durante la década de 1920, la ciudad pasaba por una importante transición de simple puerto fronterizo a ciudad. Pasados los días de la Revolución y la Reconstrucción, varios turistas y expatriados estadounidenses buscaban un lugar donde pasar un rato agradable y beber alcohol legalmente, debido a que la Prohibición estaba en su auge durante esa época. Es así como varios estadounidenses que vivían en Texas y Nuevo México encontraron dicho lugar en el país vecino del sur. Fue durante esta época que Ciudad Juárez pasó de tener menos de 15,000 habitantes a más de 100,000.
El historiador Juan de Dios Oliva relata como cabarés, salones de baile, cantinas, casinos, restaurantes, cafeterías, hotels y todo tipo de centros nocturnos se encontraban apostados sobre las avenidas Juárez, Mariscal, 16 de septiembre, Segunda de Ugarte, María Martínez y Lerdo. Oliva relata que “la zona no dormía en aquellos tiempos donde se vivía una época de auge, muy similar a la de Las Vegas, con espectáculos y gastronomía de talla mundial”.
En este ambiente fiestero surgieron escenas musicales bastante impactantes; bandas y artistas de Estados Unidos como el grupo de jazz liderado por Art Lewis llegaban a tocar a un gran número de audiencias en la ciudad, así como artistas mexicanos de la talla de Manuel L. Ponce y “Tata” Nacho.
A lo largo de la década de 1940 hasta 1960, Ciudad Juárez se convirtió en un caldo de música rock y latinoamericana, gracias a las influencias de los movimientos artísticos del resto del mundo. Varios grupos provenientes de distintas partes del país, en especial de la Ciudad de México, terminaron por darle a la ciudad una reputación como punto de conexión entre artistas y culturas de diferentes medios hechos uno.
No fue hasta la década de 1970, que llegaría a la ciudad su artista musical más característico; Arturo Aguilera Valadez, mejor conocido como Juan Gabriel, quien con su talento dio inicio a la balada romántica como género central en el país.
De igual forma, Ciudad Juárez siguió siendo conocida como una ciudad donde predominaba la música, tanto foránea como local por algunos años más.
Esta época reconocida como la “época dorada” duró hasta los años ochenta. Después de esta década, si bien, la música de Ciudad Juárez se había vuelto mundialmente famosa, la ciudad en sí dejó de ser conocida como un centro cultural y pasó a ser relacionada con la industria laboral y las maquiladoras.
De la década de 1990 en adelante, en Ciudad Juárez se empezarían a organizar grupos y manifestaciones artísticas que tomaban fuerte influencia del rap y el hip-hop con el propósito de servir como contracultura a la creciente hegemonía cultural norteamericana.
CIUDAD JUÁREZ EN LA ACTUALIDAD
Hoy en día, siguen existiendo varios grupos y artistas en Ciudad Juárez que persiguen el camino de la música y lo llevan a un nuevo rumbo. Uno de ellos es Oscar Mateo Barraza Barragán, músico de rock y cumbia especializado en la guitarra y el bajo.
“Ciudad Juárez, es una ciudad muy rara en cuanto a música”, comentó Barraza. “Hay música por todos lados y la gente ya está acostumbrada a ella”.
Barraza toca la guitarra desde los seis años y se ha presentado en varios locales a lo largo de la ciudad como son los bares Barra Negra y Hard Biker Rock. Actualmente persigue proyectos en solitario y con su familia.
“Tocar en vivo es otra experiencia, cuando se vive en esta ciudad”, continuó Barraza. “Hay gente de todo tipo, así que no sabes con que te vas a encontrar. Un día pueden ser gente a la que les gusten las rancheras y otros días te encuentras frente a una bola de metaleros. Lo bueno es que en Juárez hay de todo y para todos. Es muy difícil que no encuentres la música que te gusta aquí. Esta ciudad está desbordándose de música”.
Desafortunadamente, no todo es color de rosa para los artistas emergentes de esta ciudad como comenta Barraza; “A pesar de que haya mucha música en esta ciudad, es difícil buscar quien quiera escucharte”.
La revolución musical que supuso el auge del internet y la democratización del contenido digital no han facilitado el que artistas emerjan del “underground”. Debido a esto, muchos optan por permanecer dentro de sus zonas locales tomando ventaja de la intimidad y lealtad que un público pequeño puede ofrecer en comparación a audiencias masivas.
“Hoy en día es muy fácil grabar y producir música”, comentó Barraza. “Mi papá era músico de sesión de medio tiempo, y me contaba lo mucho que se batallaba para grabar una canción en los años ochenta. Hoy en día, prácticamente cualquiera lo puede hacer. Sin embargo, es muy difícil que te noten. Necesitas estar en todos lados, y tener un peso en redes sociales que no todos pueden tener. Aparte, todo lo tienes que hacer tú, esto hace que la gente no se entere de músicos pequeños que salen de su localidad”.
Barraza no es pesimista acerca del futuro de la música juarense. Barraza ha mostrado interés y entusiasmo por el crecimiento de las diferentes comunidades dentro de la música de la ciudad.
“Creo que la escena local va a crecer”, recalcó Barraza. “Las comunidades de músicos son más pequeñas que un público en general, pero igual veo futuro. Cada vez hay más músicos y gente que tiene un interés por crear música de todo tipo, y mientras haya un poco de interés por parte de la gente en desarrollar este arte, habrá gente que lo haga, aunque sea por gusto”.
Cada metrópolis cuenta con una oleada de artistas que buscan expresar e innovar en alguna disciplina, atraídos por la idea de imitar a sus ídolos y eventualmente ser capaces de crear algo propio. La música no es la excepción.
“La libertad que proporciona componer es algo difícil de describir”, dice Nana Bersa, joven artista de Ciudad Juárez. “Se puede escribir de lo que sea y luego hacer una canción al respecto y aunque la canción no sea lo mejor del mundo, se siente genuina, porque se escribe lo que realmente se está sintiendo”.
Bersa estudia música comercial en UTEP, y compone música acompañándola de su instrumento, un Suzuki Q-Chord. Para ella, ser de Ciudad Juárez, es una bendición, así como una oportunidad de ver y ser parte de su amplia escena musical que enriquece su esencia como artista.
“En la música de la ciudad hay mucha experimentación y mezcla de géneros”, comparte Bersa. “A mí, me han influenciado artistas extranjeros como Clairo, Lana del Rey, Billie Eilish y Rosalía, así como artistas un poco más locales como Olivia Ans, Natalia Lozano, Aquiles Moon, Ervin River, Meny y Halé, quienes admiro”.
Bersa ha expresado su fortuna e interés en la escena local de Ciudad Juárez, la cual, al albergar tantas influencias, les permite a artistas poder diversificar sus influencias, visión artística y talentos, y siempre contar con el público.
“Siento que, por el hecho de tener esta doble identidad como frontera y ciudad, la gente está más dispuesta a aceptar combinaciones de géneros y sonidos que un público menos diverso no aceptaría con facilidad”, dice Bersa. “Quizás eso sea el mejor aspecto de la música de Juárez”.
Bersa se encuentra muy entusiasmada con su potencial artístico y su futuro como cantautora, debido a su rápido crecimiento en la música local.
“Tengo el lanzamiento de mi primer EP para este año 2023 que estoy muy emocionada de compartir”, dice Bersa. “Algo muy diferente de lo que hacía en un principio, pero también algo que refleja mi crecimiento durante estos últimos años”.
Por el otro lado, existen artistas que han llegado a tal nivel de popularidad que ya son reconocidos más allá de la frontera y han ganado popularidad en otras partes de México. Joss Vásquez, el cantautor fronterizo, es uno de ellos.
“Desde muy pequeño conocí el canto y la música gracias a mi papá, él es cantante y músico”, comparte Vásquez. “Para mí era bastante normal escuchar y ver cantar a mi papá y a mis hermanos. Siempre la música de bolero se hacía presente en las reuniones familiares, así que desde mi niñez la música que más escuche fue música romántica. Al mismo tiempo me fue llamando la atención, conforme iba creciendo, distintas ramas de la música latina, el bossa-nova, el jazz y la balada pop”.
Así como Nana Bersa, Vásquez también ha sentido como la ciudad lo ha formado como músico, y como le ha dado forma a su arte.
“Creo que Ciudad Juárez tiene el privilegio de tener muchas influencias musicales al ser una frontera tan importante en México han pasado un montón de artistas increíbles que han dejado huella, y hasta la fecha creo que no tiene un solo género que defina a la ciudad sino más bien lo que define la música en Juárez es la gran variedad de estilos que convergen en un mismo lugar y el impacto bicultural que existe día a día por ser frontera”, dice Vásquez. “La fusión de estilos y culturas siempre me ha llamado mucho la atención y creo que, en mi búsqueda constante de mi sonido propio, se verán reflejadas estas influencias”.
A pesar de todo, Ciudad Juárez se mantiene como un epicentro cultural que fusiona las visiones artísticas de dos mundos diferentes, y lo seguirá siendo muchos años más.
“Es complicado notar una sola tendencia en esta ciudad por la dinámica fronteriza que se maneja, pero la fusión y variedad siempre van a estar presentes”, dice Vásquez. “En Ciudad Juárez hay demasiado talento, y una comunidad artística bastante activa, creo que definitivamente va creciendo y se va uniendo en conjunto con el gremio musical de El Paso, espero realmente que cada vez esta frontera se convierta en la plataforma musical que sus artistas merecen”.
MELODY BETWEEN WORLDS
Translated by María Guerrero Durán and Yoali RodriguezIf there is one thing that describes the urban scene from Ciudad Juárez, it is its music. Because it is a border city, Ciudad Juárez binds musicians from all types of genres and cultures, such as boleros, bachata, rock, cumbia, jazz, ballads and electronic, as well as various genres of regional music from the north of Mexico.
Throughout the 1940s until the 1960s, Ciudad Juárez was a melting pot of rock and Latin-American music, thanks to the influence of several artistic movements from all around the world. Groups from all around the country would come to Ciudad Juárez and give the city a renowned reputation as connection point for artists and cultures.
Nowadays, there are still several groups and artists from Ciudad Juárez that pursue the goal of becoming a musician and take their talents to a new place beyond the borderland.
Oscar Mateo Barraza Barragán, a local rock-cumbia musician specializing in both guitar and bass, emphasizes the opportunities the city has gifted him. He explains how the diversity of musical roots makes it easy for people to find any of their favorite genres. Barraza describes that ever since he was a child, he grew to love music due to his father, as he was integrated into the local music scene from the beginning, experiencing the community that has built his values and created loyalty for many other musicians.
Barraza explains the struggles faced within the industry as the new age of the internet has changed dramatically. He emphasizes how small local artists nowadays are expected to create and produce their own music while building their presence online to be noticed. Regardless of the struggles, Barraza remains enthusiastic to see how this new age can give newfound success for up-and-coming artists.
Nana Bersa, a commercial music student at UTEP, born and raised in Ciudad Juárez, is an artist trying to bring an innovative sound to the music market. She considers being raised in the city a blessing; Bersa believes it gives her an advantage in understanding different gaps within the local music scene, which she can contribute to and find her own voice. Bersa is expected to launch her first EP later this year, which she is eager to share and build her future as an established singer-songwriter beyond the area.
Another local artist that has established a name for himself is Joss Vásquez. Amid his career, Vásquez has been building a name for himself in the industry as his talent has become recognized beyond the borderland in various parts of Mexico. Despite describing his music being heavily influenced by artists such as Alejandro Sanz and Leonel García, Vásquez also believes that what truly inspired him to become an artist was his city. Mentioning the privilege of artists in the borderland, Vásquez and many others that are trying to build a name in the industry have recognized the richness contained in Ciudad Juárez when it comes to the music scene, and the acceptance of the public.